"El Mon que yo conocí"

Foto cortesía/Carlos Dickson Pérez

Hace unas horas el hampa arrancó de esta tierra a uno más.
Lamentablemente le tocó a una figura conocida en Ciudad Guayana: El señor Edmon Bautista Acosta, mejor conocido como "Mon". Dueño de un local de comida en Los Olivos, donde muchas veces llegué a comer empanadas con mis compañeros de la redacción de deportes.
Colombiano de nacimiento, "Mon" no solo era conocido por sus arepas y empanadas, sino que también era asiduo aficionado del fútbol y de Mineros de Guayana.
Comparto entonces, un fragmento del texto El "Mon" que yo conocí, escrito por mi mentor futbolístico en el periodismo, Iván García Marrero.

… Las charlas de fútbol fueron la génesis de esta amistad. El con su Mineros que vino a sustituir a su Bucaramanga natal y yo con Minerven. Siempre con la broma por delante y el respeto que profesan los hombres como MON.

… Junto a mi esposa asistí como invitado a la boda de su hija Claudia, a quien vi crecer y recuerdo como si fuese ayer, que en plena boda, con traje de esmoquin, Mon tenía un pequeño radio escondido en su traje y es que ese día jugaba Colombia y Venezuela en una eliminatorias en Barranquilla y de pronto me dice: “enano, está ganando Venezuela con gol de Arango, hdp”.

… Un gran esposo, gran padre, gran abuelo y en especial, gran amigo. Un hombre que se ponía con orgullo la franela de su selección Colombia, como la Vinotinto y, por supuesto, la de Mineros.

Y aquí, frases de mi compañero, el argentino Jorge Muziotti, titulado El hampa arrebata al deporte guayanés un fanático estelar.

Si usted se asomaba un domingo por la tribuna principal del estadio Cachamay, lo iba a encontrar. Si hacía lo propio entre los asientos del Gimnasio Hermanas González, también lo iba a avistar. Así era Edmon Bautista, “Mon”, quien guardaba entre sus afectos a los equipos profesionales de Ciudad Guayana: Mineros y Gigantes.

Hoy, los integrantes de la redacción de deportes de Correo del Caroní, Jorge Alberto Muziotti, Oliver González, Estibenson Edgardo Díaz, William Urdaneta y, especialmente, Iván García Marrero, uno de sus más cercanos amigos, nos quedamos cortos en palabras de afecto hacia “Mon”.